viernes, 9 de noviembre de 2012


Cada día me despierto preguntándome donde estoy. Esta pregunta es bastante mas trascendente de lo que uno podría imaginar. Es aquella pregunta, vibrante pero inmersa en un mundo gelatinoso, que significa el todo y el nada y el cualquier cosa de más de un ser consciente  A oler llega con fuerza, el sabor uno puede notar en su presencia. Son mi mañanas.
Pues esta mañana me he despertado en una cama ajena, en un aire ajeno y entre sabanas ajenas. Alieno seria mas adecuado, yo me sentí así de espeluznante.
Había una nueva pregunta que me empezó a atormentar tras un naufragar agridulce en un nuevo océano de prometedoras paranoias nocturnas  era como algodón al tacto. ¡Zeus! ¡Qué delicia para mis sentidos cerebrales! 
¿Cuanta gente ha de morir antes de que alguien acepte, acate y empuje el cambio?
Y si no me entendéis, leed el periódico de hoy sobre Barakaldo.
Me vuelvo a mi jaula de Faraday.

No hay comentarios:

Publicar un comentario