miércoles, 16 de noviembre de 2011

Hoy vamos a hacer un experimento social.
Esta ultima semana ha sido algo movida para mi por varias cuestiones, una de las cuales aun he de publicar pero el texto no quiere salirme de la nariz. Por lo tanto voy a ocupar mi tiempo (y el vuestro) hablando de un tema muy debatido y muy reñido: la huelga de hoy 17 de noviembre 2011.
huelga1.

(De holgar).
1. f. Espacio de tiempo en que alguien está sin trabajar.
2. f. Interrupción colectiva de la actividad laboral por parte de los trabajadores con el fin de reivindicar ciertas condiciones o manifestar una protesta. Huelga ferroviaria. Huelga indefinida.
3. f. huelga revolucionaria.
4. f. Período de tiempo que media sin labrarse la tierra.
5. f. p. us. Recreación que ordinariamente se tiene en el campo o en un sitio ameno.

(rae.es)

Sección I - art. 28.2

"Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La Ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad."



Como soy hijo de los diccionarios y de los libros en general he preferido empezar este texto presentando las dos fuentes que toda persona deberia analizar antes de empezar cualquier tipo de debate sobre el tema, o sea el Diccionario y la Constitución.
Si se leen sin mucha atención se puede notar que las dos citas tienen algo en común: hablan de trabajadores. Hay que ser justos y reconocer algo que nadie quiere admitir, o sea que un estudiante (sin tener en cuenta su vida fuera de la institución educativa) no es un trabajador. Siguiendo estas dos fuentes por lógica un estudiante no tiene derecho a hacer huelga. Si, ademas, alguien se hunde mas en la búsqueda de aquel significado, las dos definición quedan como anillo al dedo al fin de una huelga. Si alguien se acuerda aun, yo si, las huelgas son formas de parar la producción de algo para que los empresarios se fijen en los trabajadores con los cuales tienen una relación de simbiosis como la de la carabela portuguesa y Nomeus gronovii. De esta manera el empresario está obligado a escuchar a sus trabajadores y estos pueden intentar conseguir mas derechos, es una eterna lucha muy divertida pero totalmente sustituible con un par de temporadas de Lost (si alguien se lo pregunta, no soy fan de Lost, de echo lo aborrezco mucho. Pero es preferible ahora, ¿no?). La huelga nació con la revolucion industrial y la consequente revolucion obrera. Esto lo hemos aclarado.
Lo que no queda cristalino es la historia de los estudiantes. Los estudiantes adquieren conocimiento y dan trabajo a mucha gente. Pero en una huelga los que mas pierden son ellos, ya que pierden capital de conocimiento con el que se están generando un futuro, y después de un tiempo si no dejasen la huelga acabarían por no conseguir sus títulos y habrá quien podría acabar en la calle. Podemos dar por echo que la huelga resultaría totalmente inútil.
Surge, pues, la pregunta: ¿porque los estudiantes hacen huelga y protestan? Es una magnifica pregunta, ya que un estudiante protestando poca cosa conseguirá. Sus actos no paran ningún mercado y aquellos hombres malos en trajes negros contra los que luchan no se van a inmutar. Para que protestar, ¿pues?
La respuesta es extremadamente obvia y simple: no hacer nada es peor que hacer casi nada. Ese casi es un interrogante muy poderoso, solo que no ahora mismo. Toda potencia debería temer ese interrogante como un hombre teme una enfermedad después de haber ido al cuarto oscuro de alguna que otra discoteca felizmente acompañado. Ese interrogante mata. Porque ese interrogante no es nada mas y nada menos que el futuro.
Si hubiera estudiantes poco interesados en como van recortando su futuro ni empresarios economistas ni políticos deberían preocuparse, porque si los estudiantes actuales no protestan no lo harán los hijos ni tampoco los que siguen. Todo ello debido a que la población en poco tiempo de acostumbra. Pero si los estudiantes protestan, aquí hay que temblar. Hay que temblar por el simple echo de que el estudiante que sale de clase es el adulto del futuro que votará y que luchará. Y los hijos de este estudiante, por cuanto rebeldes sean, apoyaran en parte su visión.
Lucha, hay que luchar. Hay que luchar para hacer vibrar la necesidad del derecho al saber de cualquier ciudadano y de cualquier joven.  Recordemos la necesidad de un futuro. Recordemos que si todos lo hacen, se pueden cambiar las cosas. Han habido protestas que sin parar el mercado han cambiado la historia. La marcha de la sal de Gandhi se izo cuando el aun no era ningún símbolo ni tampoco era muy conocido, y le transformó en el emblema de un movimiento.
Hay que ser realistas. Es posible. Lo sabéis.

(imagen: www.que.es)


1 comentario:

  1. Razón no te falta... Ya sabes lo que pienso de todo esto.. Algo que se asemeja a lo que piensas tú...

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